La figura del psicólogo no es la un amigo, familiar o compañero que puede dar una opinión propia o en base a su experiencia. Un psicólogo no da su opinión, sino que te guía hacia el conocimiento de ti mismo a través de lo que te ocurre. Simplemente necesitaré que te dejes guiar en el proceso, y creas y te comprometas con tu trabajo personal. Con mi conocimiento, habilidades y nuestro vínculo se desarrollará una terapia exitosa

La realidad es que un tratamiento psicológico no tiene una duración exacta. Entiendo la incertidumbre y siempre trataré de darte una estimación tras la evaluación de tu caso. Junto a tu papel activo e ilusión seré lo más eficaz posible.

Esto ocurre con frecuencia. Algunas personas han conocido a varios psicólogos antes de dar conmigo. Esto no es síntoma de que eres un caso perdido, sino que la Psicología va más allá. Para que un psicólogo nos ayude, no solo tiene que tener un gran conocimiento y destreza, sino que se tiene que construir un buen vínculo entre ambos, aceptación incondicional y confianza.

Si es algo que te preocupa o te genera malestar ya es algo importante. No solo acude al psicólogo una persona con psicopatología; también acude una persona que se permite pedir ayuda. Seguramente, dar este paso te lleve a convertir esa «tontería» en un mayor conocimiento de tu funcionamiento y de ti mismo/a.